Chica de la calle
me dejaste masticando al viento
solo con mi erección
yo te dejé mis huellas dactilares
en tu blusa y en el pantalón
también en tu abdomen y en tu espalda
en tu cara que es tan linda y blanca
yo que soy el vómito en el baño
de una estación de servicio en medio del campo
me di el gusto de sentirte suave y frágil.
Dejame que llegue más lejos
no me voy a arrepentir, sé que no
ni vos, o eso creo
no busco arruinarte la vida
pero no me molestaría si arruinaras la mía
estoy cuando y como te plazca
ahora que probé lo dulce de tu saliva
y lo agrio de un “nos vemos” vagante
en el que tu boca cambia de temperatura
del vehemente calor en los besos furtivos
a la escarcha de los que me despidieron.
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