miércoles, 5 de diciembre de 2012

Domingo


Estábamos los dos abrazados en la cama 
en bolas viendo el partido, como nunca
de repente, mientras Boca atacaba
un remate de media distancia del "Pochi" rebotó en un defensor
complicó al arquero de San Lorenzo y la pelota entró.
-Uh, qué golazo!- Dijo ella emocionada, como si entendiese
-Sí, golazo!- repliqué yo, alegre por el gol y algo extrañado
Me dio mucha ternura su comentario, ternura infantil e inocente.
Besé su cabeza mientras miraba la repetición y posé mi mano derecha sobre su culo.

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