lunes, 31 de diciembre de 2012

Mañana me vuelvo a casa




Lo barato no suele tener el mejor sabor
pero vos eras la excepción
a esa y a tantas otras reglas.

Una simple rockerita de barrio
la muerte para cualquier idealista burdo
y enamoradizo, como yo en mi adolescencia.

¿Dónde quedó el rock and roll, nena?
¿Dónde quedaron el sexo y las drogas?

Puede que en tu nuevo escote
o en tu departamento de tres mil pesos al mes,
entre la ropa de alta costura
la cual no escapa a las leyes de la gravedad
cuando en el cuarto el aire quema y se torna denso.

Eras la sombra de la depresión
y ahora andás moviendo el ojete entre oficinas
de tipos de traje y portafolio
nena, vos eras el odio
y hoy no sos más
que una secretaria sonriente y putona.

Escribo esto desde la comodidad de tu cama
y me termino de convencer
Córdoba es el placard más grande para todos tus muertos
no es un escape, sino una alfombra
bajo la cual descansan toneladas de cosas que nadie sabe de vos
suciedad que pudo al fin abandonar tu conciencia
como si a los pecados los perdonara la gente
y no uno mismo, que mal, muy mal.

Aun así, es bueno ver que bajo tanta capa gris
seguís siendo un buen polvo
pero este glamour no es para mi
aparte, no es que desconfíe, pero con vos…
la esperanza es lo primero que se pierde.

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